En lo que escribo sobre nuevos temas, les dejo esto de hace un tiempo para aquellos que probablemente no lo hayan leído.
En un mundo comandado por los guapos y lindas ser feo es un pecado. Todos los días soy testigo de cómo un “feo”(a) es discriminado(a) solo por no cumplir con las normas de belleza establecidas por la sociedad. A los bendecidos por Adonis y Afrodita se les abren las puertas sin llegar a tocarlas, sin embargo, a los no privilegiados por estas divinidades para que se le abra una puerta tienen que pasar mucho trabajo.
En esta época se han puesto de moda las competencias de talentos. Gente de todas partes del mundo que compiten demostrando sus talentos en el baile y la canción entre otros. Las personas que entran en estos concursos son evaluados por jurados especializados y por el público que a través del teléfono pueden votar por su favorito. Personalmente me gusta ver los concursos de canto. A veces vale la pena sentarse un ratito a ver el talento de la gente “común” y en ocasiones hasta nos hacen pensar que lo único que tienen que envidiarle a muchos famosos es precisamente eso, la fama y la fortuna, porque el talento es superior. Sin embargo resulta triste, vergonzoso, molesto cuando alguno de esos participantes ha sido maltratado y objeto de burla por su apariencia física. Los dioses que representan la belleza suelen ser crueles y todo aquel que no cumpla con su estándar de casi perfección física es víctima del escarnio público; pero parece que en los últimos tiempos otros dioses han decidido tomar cartas en el asunto pues algunos desfavorecidos físicamente han recibido la bendición de Orfeo y su madre Calíope y han dejado a media humanidad con la boca abierta, los corazones saltando y los ojos con lágrimas de emoción.
A través de la página electrónica de videos Youtube he visto algunos participantes de estas competencias. Hay concursantes de todas las razas, de todos los tamaños; muchos son impresionantes por sus talentos y muchos otros impresionan por atrevidos. Sin embargo, los más que han llamado mi atención y de millones de usuarios de Youtube son Paul Potts y Susan Boyle. Ambos rechazados por Afrodita y Adonis, pero con la gracia de Orfeo y Calíope. Cuando Paul Potts, un hombre con presencia humilde y con los dientes fuera de lugar y definitivamente sin porte de modelo se paró frente al público y dijo que cantaría ópera los jueces y los presentes no pudieron disimular sus caras de incredulidad. Dos años más tarde pasó lo mismo con Susan Boyle. Esta mujer de 47 años y con mucha energía no cumplía con los estándares de belleza de ninguna sociedad por lo que tanto el público como los jueces dejaron escapar sus burlas poco disimuladas. ¡Ah, qué rica es la venganza! Paul Potts y Susan Boyle resultaron ser los hermanos de las musas y cuando sus voces salieron de sus bocas hicieron estremecer a los presentes de tal forma que les llegó el escalofrío a los huesos y no pudieron contener sus lágrimas que parecían ofrendas a la verdadera belleza.
Las voces de estos “feos” han dado la vuelta al mundo, han hecho emocionarse a muchos, han arrancado millones de lágrimas, han demostrado que el talento no tiene nada que ver con el físico, han vengado de una forma u otra a todos los “feos” que han sido burlados y discriminados y que no se les ha permitido demostrar su verdadero valor. Lamentablemente esto no significa que la humanidad haya aprendido su lección ni que los “feos” dejaran de sufrir por la estupidez humana. Ahora bien, la victoria de estos dos seres privilegiados de la voz sigue siendo una venganza de todos los “feos” pues cada vez que alguien con ínfulas de deidad de la hermosura acepta que estuvo equivocado en su juicio y se rinde ante el valor de un talento sin importar la apariencia representa una victoria para los marginados del mundo.
Tremendas voces las de esos dos... es genial.
ResponderEliminar¡Saludos!
los feos estamos de moda!
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